sábado, 6 de diciembre de 2008

EL COFRECITO SOBRE LA MESA


EL COFRECITO SOBRE LA MESA
SIXTO PAZ WELLS



“La vida nos tiene reservado un presente,
un pequeño tesoro que debemos aprender a valorar.
Algo que bien administrado y sabiamente compartido
nos abrirá un sin fin de posibilidades.
Pero antes tenemos que saber dónde se encuentra,
saberlo reconocer de entre otros,
descubrir qué es, y para qué sirve.
Una vez que lo tengas delante nuestro,
para darle su justo valor,
tenemos que estar dispuestos a dar algo a cambio”.



Vamos a sentarnos cómodamente, talones juntos, columna recta. Las palmas de las manos, una sobre la otra de tal manera que cerramos el circuito interno de energía. Vamos a mantener la respiración lenta y profunda, y con ello vamos a inducir un estado muy profundo de relajación.

Tomamos todos inhalaciones lentas y profundas de tal manera que sentimos oleadas de energía que descienden sobre nosotros, y que luego ascienden desde los pies a la cabeza masajeando nuestro cuerpo como si lo acariciáramos con la manos físicas. Masajearemos mentalmente los huesos, los músculos, los órganos internos, como si lo hiciéramos con las manos físicas hasta quedar completamente relajados.

Estamos todos completamente relajados. Ningún ruido , ni aún la voz que están escuchando interrumpirá nuestro proceso de relajación sino que por el contrario, todo contribuirá a hacerla más y más profunda. Aprovechando de este estado de relajación , vamos a dirigir nuestra atención hacia el entrecejo, hacia la frente. Todos , vamos a visualizar a la altura del entrecejo un túnel mental. Y nos a dirigimos a través de él, proyectándonos por dicho túnel. Al final del mismo nos encontraremos en un salón ricamente decorado con cortinas de brocados , muebles finos y clásicos, y muy iluminado. Y en medio de éste amplio salón observamos la presencia de multitud de pequeñas mesas cubiertas con manteles de diversos colores, y sobre cada mantel de cada mesa se encuentra un cofrecito. Los hay de diversos tamaños, formas, diseños, colores y materiales.

Vamos caminando por entre las mesas observando los cofrecitos, y se nos pide que de entre todos ellos escojamos uno. El que nos llame la atención o nos atraiga, porque en él se encuentra un presente para nosotros, un regalo o pequeño tesoro para nuestras vidas. Algo lo suficientemente significativo como para marcar el momento actual de nuestra existencia.

Recorremos el lugar y miramos en todas direcciones procurando hallar aquel cofrecito que nos atraiga realmente, hasta que lo hallamos. Nos dirigimos hacia él, lo observamos detenidamente sin descuidar sus detalles. Lo tocamos y nos fijamos que en su tapa hay unas palabras grabadas, quizás un consejo o una recomendación. Antes de abrirlo lo leemos.¿Qué dice? ¿Qué es lo que esta escrito allí?

Una vez que encontramos y leímos lo que estaba escrito en la tapa del cofrecito vamos a abrirlo para ver que hay en su interior. Todo detalle cuenta. ¿Cómo es por dentro el cofre? ¿Qué hay dentro de él? ¿Qué forma tiene? ¿De qué material esta hecho?

Tomamos lo que hay en el interior del cofre, y en su reemplazo vamos a dejar algo. Pero algo realmente valioso, quizás un sentimiento, o un pensamiento, o un deseo intenso que le pueda valer a otra persona . Lo pensamos, lo sentimos y visualizamos que le damos forma a ese pensamiento, sentimiento o deseo y materializado lo dejamos en el interior del cofrecito.

Damos una última mirada a nuestro alrededor, y luego vamos a ir volviendo todos a través de un túnel mental, dejando atrás aquella habitación amplia e iluminada.

Vamos a ir retornando todos, trayendo con nosotros aquello que encontramos en el cofre haciéndolo nuestro, parte de nosotros mismos .

Al término de tres habremos vuelto. Estaremos completamente relajados, libres de toda tensión, en perfecta paz y armonía.

Tomamos una inhalación lenta y profunda, inhalamos…Retenemos…Y al exhalar lentamente por la nariz, visualizamos en nuestra mente el número uno. De tal manera que sentimos que volvemos, que regresamos por el túnel mental y que tomamos conciencia de nuestro cuerpo relajado libre de toda tensión.

Tomamos una segunda inhalación…Retenemos…Y al exhalar visualizamos en nuestra mente el número dos, y vamos tomando conciencia poco a poco del lugar donde nos encontramos.

Por tercera vez inhalamos lento y profundo…Retenemos...Y al exhalar , con el número tres que visualizamos en nuestra mente, abrimos lentamente nuestros ojos y nos encontramos en paz.

Simbolismo del Ejercicio del Cofrecito en la mesa

Nuestro Maestro Interno esta dispuesto a darnos cuantas claves sean necesarias para nuestro autoconocimiento, y lo hace muchas veces jugando con los símbolos y con toda clase de imágenes. Este ejercicio de visualización nos ubica dentro de nuestra propia mente simbolizada por la habitación amplia e iluminada, y delante de multitud de mesas y cofrecitos. Y es que la vida nos ofrece un sin fin de posibilidades, de regalos, de tesoros, pero no todos nos son útiles para éste especial momento de nuestras vidas. Asi que dejándonos llevar por la intuición y el discernimiento deberemos escoger de entre todos los cofres que se nos ofrecen por delante . Y es que la vida es una elección continua. El cofrecito simboliza lo que protege o atesora lo que se nos tiene reservado. Si es un cofre de madera simbolizaría la salud, la vida, la esperanza. Si es de madera con piedras preciosas, simbolizaría la perfección de la vida en determinados aspectos (dependería del color de las piedras incrustadas). Si fuese de metal oro o dorado, sería conocimiento y sabiduría. Si fuese de plata o plateado simbolizaría intuición, sensibilidad y receptividad. De hierro representaría valor, fuerza, y fortaleza

Una vez que seleccionamos, debemos estar atentos a las recomendaciones, que en éste caso aparecen como palabras grabadas en el cofre. Son pautas a tomar en cuenta. Luego también es importante si el cofrecito posee dentro un forro o no, y de qué color o material es, porque aquello es lo que luce o protege lo que se nos da.

El objeto en sí es lo que debemos valorar y saber emplear en éste momento de la vida. Y finalmente lo que nosotros dejamos a cambio, es lo que estamos dispuestos a dar .

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